MEJOR SERÁ QUE SEPAS ESTO SI TIENES UNO DE ESTOS PUNTOS ROJOS EN EL CUERPO.

En contra de los que se puede llegar a pensar, los puntos rojos que aparecen en la piel no son lunares. “Se trata de pequeñas dilataciones capilares llamadas angiomas y son conocidos popularmente como puntos rubí. Son pequeñas manchitas vasculares sobrellevadas en la piel que nada tienen que ver con los lunares, los cuales son acúmulos del pigmento principal de la piel, la melanina”, describe a Cuídate Plus Concita Alessandro, dermatóloga del Instituto de Dermatología Integral (IDEI).

La aparición de estos puntos rubí está directamente relacionada con el envejecimiento de la piel y la herencia genética; de hecho, no se puede hacer nada para prevenirlos. La sobreexposición solar o la exposición al sol sin utilizar foto protección también pueden suponer un factor de riesgo, ya que el sol es, tras el paso del tiempo, el principal causante del envejecimiento cutáneo. Hablamos del llamado foto envejecimiento.

“Los puntos rojos en la piel tienen una naturaleza totalmente benigna, ya que no dejan de ser una pequeña lesión vascular, por lo que no traen consigo un riesgo para la salud”, aclara Alessandro. Sin embargo, puntualiza la experta, sí que pueden suponer un problema estético si se tienen muchos, son grandes o aparecen en zonas muy visibles, como el rostro.

¿A partir de qué edad pueden aparecer?

Al estar relacionados con el envejecimiento de la piel, los puntos rubí suelen empezar a aparecer a partir de los 40 años. No obstante, hay personas con un alto componente hereditario en las que pueden salir antes, entre los 20 y los 30 años, para ir apareciendo cada vez más con el paso del tiempo.

¿En qué zonas del cuerpo suelen salir más? ¿También en la cara?

Los puntos rojos principalmente aparecen en la zona del tronco y en las extremidades superiores, aunque pueden surgir en cualquier parte del cuerpo. También pueden desarrollarse en la cara, siendo estos los que suponen el mayor problema estético para los pacientes.

¿Hay que vigilarlos?

“Aunque son lesiones benignas, siempre es recomendable que sean revisados por un dermatólogo. Y en especial si notamos que pican, sangran o crecen mucho, para detectar y descartar cualquier signo de malignidad. Pero, en principio, solo implican un problema estético”, destaca Alessandro.

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